jueves, 4 de diciembre de 2008

«La hiperactividad tratada a tiempo tiene un pronóstico excelente»

«Algunas familias tienen falsas expectativas y quieren ver un déficit de atención donde hay un hijo vago o pasota»

JAVIER SAN SEBASTIÁN Psiquiatra del Hospital Ramón y Cajal

A. RUBIERA
-¿Cuánto lleva tratando a niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?

-Llevo 25 años viéndolos porque esos trastornos han existido toda la vida.

-Pero ahora se han popularizado tanto, que se diagnostica más de lo debido. ¿Es así?

-Es cierto que empieza a haber sobrediagnóstico, como ocurrió en EE UU, pero venimos de un infradiagnóstico y teniendo en cuenta que es un trastorno que si se aborda y se trata precozmente tiene un pronóstico excelente, mientras que si se tarda en diagnosticar y en tratar tiene un pronóstico muy malo, pues obviamente se ha ganado mucho más de lo que se ha perdido. Ahora hay una divulgación bastante buena, aunque también se han levantado falsas expectativas.

-¿Cómo de falsas?

-A veces nos ocurre que vienen a las consultas familias con hijos algo mayores pensando que tienen un problema que se va a poder resolver mágicamente. Y eso no es cierto. Porque no es lo mismo tener un trastorno de déficit de atención que ser muy vago, ni es igual ser un pasota desmotivado que tener este déficit. Pero, con independencia de esto, que estos trastornos se hayan divulgado y se conozcan es muy positivo. Hace sólo 10 años no lo conocía nadie.

-¿Cómo se tomaba una familia este tipo de diagnósticos?

-Antes esto sonaba a chino y cuando se ofrecía tratamiento farmacológico la gente ponía el grito en el cielo. Ahora, con internet y la difusión de los medios, se aceptan mucho mejor. Poco a poco va ganando terreno la intervención con todo tipo de medios en los problemas de conducta de los niños, y eso es un cambio sustancial para mejor.

-El tratamiento con fármacos no ha tenido buena prensa.

-Pues hay que decir que no hay ningún psicofármaco de todos los que se emplean en psiquiatría que sea tan eficaz en una patología como los que se emplean en hiperactividad y déficit de atención cuando se emplean correctamente. Son de una eficacia realmente increíble.

-¿Cuál es el porcentaje de niños con TDAH?

-En torno a un 5 por ciento de los niños tienen este trastorno. Y están diagnosticados la mitad, aproximadamente. Esos datos son de hace cuatro años y es muy posible que ahora ya haya una tasa de diagnóstico preciso mayor.

-¿Un niño malo e inquieto es un niño hiperactivo?

-En absoluto. Yo diría que los hiperactivos suelen ser buenos chavales, gente noble.

-¿Los profesores deben ser los que den la voz de alarma?

-Sí. Es muy frecuente que este problema se detecte en el aula, que es el lugar donde se requiere mayor nivel de sujeción, atención, concentración, respuesta, y se exige una conducta adecuada. Y más en España, que es un país muy permisivo para con la conducta disruptiva de los niños. Somos un país de péndulo y hemos pasamos de un sistema represivo a uno hipertolerante; es habitual ver a los niños por ahí, correteando, tirando cosas, y a los padres ni les importa. Por eso, en el entorno familiar esos trastornos pueden pasar más desapercibidos. Y por lo mismo, en el aula donde no se permite que un niño se levante constantemente, moleste o hable mucho, se le detecta mejor.

-¿Cuál es el origen?

-Hay componentes genéticos y biológicos. Hay un condicionamiento genético, y como tal hereditario, que está demostrado, con alteraciones biológicas y del neurodesarrollo, y eso se traduce en una tríada de síntomas que son el déficit de atención, hiperactividad y la impulsividad en la primera infancia. Y si no se trata, se va complicando.

-¿Qué pasa con los adultos?

-Que algunos, muchos más de lo que parece, siguen teniendo ese déficit de atención. A veces se les diagnostica retrospectivamente porque son padres de niños hiperactivos y te cuentan en la consulta que a ellos también les pasa algo semejante a los hijos. Algunos te piden tratamiento y mejoran sustancialmente. Lo cierto es que cada vez se están identificando mejor los déficit de atención de los adultos.

-¿Hay relación entre niño hiperactivo y joven conflictivo?

-Muchísima y está ampliamente estudiado. Si un niño con estos trastornos no se trata correctamente desde pronto, su vida se le va complicando desde la infancia: surgen problemas con los compañeros, la autoestima se deteriora rápidamente, hay problemas en casa, en el colegio, se hacen negativistas desafiantes, de difícil manejo, se añade ansiedad, depresión e incluso llegan a los trastornos disociales. Y eso, de adolescentes, suelen ser muy problemático. Un niño con estos trastornos si no se diagnostica correctamente a tiempo va a tener muchas complicaciones en su vida y una tasa de psicopatología grave de adulto superior a la normal.

-¿Qué tratamiento hay?

-Debe ser multidisciplinar. La parte farmacológica es muy importante pero también hay que hacer cosas en el ámbito familiar y escolar. Los profesores deberían conocerlo y manejar a estos chicos de una forma concreta, igual que las familias.

-¿Los profesores saben de hiperactividad?

-Las Administraciones deberían ofrecer y exigir a los profesores un conocimiento del asunto, dándoles formación para que tengan pautas de manejo de estos niños. No hay que olvidar que en los niveles de Primaria y Secundaria al menos hay un niño con TDH por aula. Y eso requiere una formación.

Javier San Sebastián

Jefe de la unidad de psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y experto en Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Ayer abrió en Gijón las jornadas sobre Neuropsicología Infantil y Patología Neuropediátrica, que siguen hoy. Es Hermano de la periodista Isabel San Sebastián.

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