viernes, 31 de octubre de 2008

CONOZCA E PERFIL DE UN NIÑO HIPERACTIVO, Y CÓMO SE TRATA A ESTE TRASTORNO


Conozca el perfil de un niño hiperactivo, y cómo se trata a este trastorno


La hiperactividad es un trastorno de la conducta en niños, descrito por primera vez en 1902 por Still. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Van de un lado para otro, pudiendo comenzar alguna tarea, pero que abandonan rápidamente para comenzar otra, que a su vez, vuelven a dejar inacabada. Esta hiperactividad aumenta cuando están en presencia de otras personas, especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes. Por el contrario, disminuye la actividad cuando están solos.



Perfil de un niño hiperactivo


Según Still, estos niños son especialmente problemáticos, poseen un espíritu destructivo, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos. También son niños difíciles de educar, ya que pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a pesar de tener un cociente intelectual normal. Son muy impulsivos y desobedientes, no suelen hacer lo que sus padres o maestros les indican, o incluso hacen lo contrario de lo que se les dice. Son muy tercos y obstinados, a la vez que tienen un umbral muy bajo de tolerancia a las frustraciones, con lo que insisten mucho hasta lograr lo que desean. Esto junto sus estados de ánimos bruscos e intensos, su temperamento impulsivo y fácilmente excitable, hace que creen frecuentes tensiones en casa o en el colegio. En general son niños incapaces de estarse quietos en los momentos que es necesario que lo estén. Un niño que se mueva mucho a la hora del recreo y en momentos de juego, es normal. A estos niños lo que les ocurre es que no se están quietos en clase o en otras tareas concretas.



Los indicadores de hiperactividad según la edad del niño


- De 0 a 2 años: Descargas mía clónica durante el sueño, problemas en el ritmo del sueño y durante la comida, períodos cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia a los cuidados habituales, reactividad elevada a los estímulos auditivos e irritabilidad.

- De 2 a 3 años: Inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos accidentes.

- De 4 a 5 años: Problemas de adaptación social, desobediencia y dificultades en el seguimiento de normas.

- A partir de 6 años: Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar, comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.



Causas de la hiperactividad infantil


La hiperactividad infantil es bastante frecuente, calculándose que afecta aproximadamente a un 3% de los niños menores de siete años y es más común en niños que en niñas (hay 4 niños por cada niña). En el año 1914 el doctor Tredgold argumentó que podría ser causado por una disfunción cerebral mínima, una encefalitis letárgica en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente hipercinesia compensatoria; explosividad en la actividad voluntaria, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos. Posteriormente en el 1937 C. Bradley descubre los efectos terapéuticos de las anfetaminas en los niños hiperactivos. Basándose en la teoría anterior, les administraba medicaciones estimulantes del cerebro (como la bencedrina), observándose una notable mejoría de los síntomas.



Síntomas en un niño hiperactivo


Los síntomas pueden ser clasificados según el déficit de atención, hiperactividad e impulsividad:- Dificultad para resistir a la distracción.- Dificultad para mantener la atención en una tarea larga.- Dificultad para atender selectivamente.- Dificultad para explorar estímulos complejos de una manera ordenada.- Actividad motora excesiva o inapropiada.- Dificultad para acabar tareas ya empezadas.- Dificultad para mantenerse sentados y/o quietos en una silla.- Presencia de conductas disruptivas (con carácter destructivo).- Incapacidad para inhibir conductas: dicen siempre lo que piensan, no se reprimen.- Incapacidad para aplazar las cosas gratificantes: no pueden dejar de hacer las cosas que les gusta en primer lugar y aplazan todo lo que pueden los deberes y obligaciones. Siempre acaban haciendo primero aquello que quieren.- Impulsividad cognitiva: precipitación, incluso a nivel de pensamiento. En los juegos es fácil ganarles por este motivo, pues no piensan las cosas dos veces antes de actuar, no prevén, e incluso contestan a las preguntas antes de que se formulen.



Consecuencias en la familia con un niño hiperactivo


Los padres suelen definir a un hijo hiperactivo como inmaduro, maleducado y gamberro. Sus comportamientos generan conflictos en la familia, desaprobación y rechazo. Son irritantes y frustrantes en cuanto al éxito educativo de los padres, y algunos niños tienden al aislamiento social. Este trastorno ya se detecta antes de los 7 años y unos tienen síntomas más graves que otros. Una cosa que hay que tener en cuenta, es que si los padres riñen exageradamente al niño hiperactivo, pueden estar fomentando un déficit de autoestima por su parte (sobre todo si lo critican por todo lo que hace) y realimentan el trastorno, ya que el pequeño acabará por no esforzarse por portarse bien, pues verá que siempre acaban riñéndole haga lo que haga.



Tratamiento de la hiperactividad


El tratamiento depende de cada caso individual.El tratamiento farmacológico es a base de estimulantes para ayudar a que el niño pueda concentrarse mejor, y sedantes en el caso de que el niño muestre rasgos sicóticos.El tratamiento psicoterapéutico está destinado a mejorar el ambiente familiar y escolar, favoreciendo una mejor integración del niño a la vez que se le aplican técnicas de modificación de conducta.El tratamiento cognitivo o autoconstrucciones, se basa en el planteamiento de la realización de tareas, donde el niño aprende a planificar sus actos y mejora su lenguaje interno. A partir de los 7 años el lenguaje interno asume un papel de autorregulación, que estos niños no tienen tan desarrollado. Para la realización de cualquier tarea se le enseña a valorar primero todas las posibilidades de la misma, a concentrarse y a comprobar los resultados parciales y globales una vez finalizada.

martes, 28 de octubre de 2008

LOS BEBÉS PREMATUROS SON MÁS PROPENSOS A SER HIPERACTIVOS



Los niños que nacen prematuramente y con poco peso son tres veces más propensos que los bebes más grandes a sufrir comportamientos hiperactivos.


Un estudio danés muestra que los bebés que nacen entre las 34 y las 36 semanas tienen un incremento de un 80 por ciento en el riesgo de padecer desorden hiperkinético (HKD) que los niños que completan el ciclo.


Los síntomas del HDK y de la disfunción del déficit de atención (ADHD) se caracterizan por momentos de falta de concentración e impulsividad.


"Los niños que nacen prematuros, o con más de 37 semanas de gestación con peso bajo tienen un riesgo mayor de padecer HDK verificable clínicamente", declaró la doctora Karen Linnet del Hospital Universitario de Aarhus.


Se considera peso bajo un peso de menos de 2.500 gramos.
La relación entre el nacimiento extremamente prematuro y el incremento del riesgo de problemas de comportamiento e hiperactividad es conocido. Pero Linnet y su equipo han mostrado que el riesgo no está limitado únicamente a los bebés muy prematuros.


Charlotte Davies de la Institución Tommy's de caridad para niños declaró que el estudio, publicado en los Archivos de Enfermedades en la Infancia, mostraba una desesperada necesidad de mayores investigaciones en las causas de los nacimientos prematuros.


"Todo lo prematuro implica complicaciones, como un nacimiento prematuro, parece que solo afecta a la familia, aunque los problemas de comportamiento como el ADHD o el HKD pueden afectar a la Sociedad en su conjunto", declaró en un comunicado.


Los investigadores compararon la cifra de nacimientos de 834 niños nacidos entre 1980 y 1994 con HKD y que 20.100 niños sin problemas de comportamiento.


Los niños que nacen en su momento y pesan menos de 2.500 gramos en su nacimiento son un 90 por ciento menos propensos a desarrollar la condición. El riesgo de HKD decrece con un peso mayor al nacer.


Los investigadores añadieron que nueve de cada 10 niños que desarrollan HKD son chicos. La condición se diagnostica cuando los niños tienen entre 2 y 18 años.

lunes, 27 de octubre de 2008

Hiperactividad, agresividad y problemas de conducta


En un artículo publicado en la revista Archives of General Psychiatry del mes de Marzo de 2008, un equipo de expertos en Psicología, Sexología y Salud Mental pertenecientes a varias universidades del Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Francia, se proponen describir en niñas, entre 6 y 12 años, las trayectorias del desarrollo conjunto de la hiperactividad y de la agresividad física, y examinar hasta qué punto niveles elevados de hiperactividad y de agresividad física predicen problemas de conducta al inicio de la juventud (21 años).
Han participado en el estudio un total de 881 chicas, cuyas trayectorias, en cuanto a elevada hiperactividad (HH) y elevada agresividad física (HPA), fueron detectadas utilizando cuestionarios específicos para los problemas de conducta. Los autores detectaron en la población estudiada 4 trayectorias de hiperactividad:
a) Sin hiperactividad (25,5%).
b) Hiperactividad moderada que disminuye (30,3%).
c) Hiperactividad moderada estable (25,3%).
d) Hiperactividad elevada que disminuye (19,0%).
También detectaron 3 trayectorias de agresividad física:
a) No agresividad física (44,6%).
b) Moderada agresividad física (46,4%).
c) Elevada agresividad física que disminuye (8,9%).
Un 8% de las niñas demostró en el seguimiento niveles elevados de hiperactividad y de agresividad física. La mayoría de las niñas con niveles elevados de agresividad física tenían también niveles elevados de hiperactividad, mientras que lo contrario no es cierto: la mayoría de las niñas con niveles elevados de hiperactividad no tenían niveles elevados de agresividad física.
Las evaluaciones fueron realizadas respecto a los siguientes problemas de conducta, cuando estas chicas cumplieron los 21 años:- consumo de drogas,- conducta criminal,- agresividad en las relaciones íntimas con su pareja,- embarazo precoz,- malos resultados educativos y- necesidad de asistencia benéfica por parte de la comunidad.
Los resultados fueron los siguientes: entre los 6 y los 12 años de edad, la frecuencia de hiperactividad y de agresividad física tiende a disminuir en la mayoría de las niñas.
Aquellas niñas con una trayectoria más elevada de hiperactividad y de elevada agresividad física, y con una trayectoria solamente de hiperactividad, tenían más probabilidades desarrollar a la edad de 21 años, problemas de conducta con el hábito de fumar, agresividad psicológica mutua en sus relaciones de pareja y bajo rendimiento educativo, cuando se comparan con las otras chicas.
Tan sólo en las niñas que presentaban una combinación de elevada hiperactividad y de elevada agresividad física era significativamente mayor la probabilidad de desarrollar al inicio de la juventud agresividad física y agresividad psicológica en las relaciones con su pareja, embarazo precoz y necesidad de acogerse a la asistencia benéfica de la comunidad, cuando se compararon con las otras niñas.
La conclusiones de los autores son las siguientes: las niñas entre 6 y 12 años con elevados niveles de hiperactividad deben ser objeto de intensivos programas para la prevención de trastornos de la conducta en la juventud.
Estas intervenciones preventivas deben tener muy en cuenta la presencia o ausencia de una elevada agresividad física asociada a la elevada hiperactividad.

NIÑOS HIPERACTIVOS : Cómo reconocerlos


Comencemos por definir lo que es la hiperactividad o lo que es más exacto de qué hablamos cuando se diagnostica a un niño de déficit de atención con hiperactividad. Para que nos entendamos, esto quiere decir que es un niño muy inquieto y al que le falta la atención de una forma muy llamativa.
La hiperactividad de los niños es considerada como normal, cuando se produce dentro de una etapa de la vida infantil alrededor de los dos o tres años. El que un niño sea inquieto no tiene nada que ver con la sintomatología que hoy vamos a abordar en esta información. La falta de atención y la inquietud constante en el niño son síntomas que, por lo general, los padres comentan primero al médico de atención primaria, con frecuencia alertados por los profesores y educadores.
Este trastorno ha recibido muchos nombres en el pasado, daño o disfunción cerebral mínima, hiperkinesia, hiperactividad y déficit de atención…. Pero en realidad todo ello engloba una alteración importante de la atención que, muy a menudo, se da con una extrema actividad en el niño…El porcentaje de niños con este problema se estima entre el 3 y el 5%, entre los niños en edad escolar, siendo seis veces más frecuente en los varones.
TRASTORNOS ASOCIADOS
Además, aproximadamente, el 40% de los niños con este trastorno tienen dificultades en el aprendizaje, lo que motiva, si no es tratado adecuadamente, el abandono de los estudios en la adolescencia. Y casi el 50% de estos niños tienen asociada alguna alteración psiquiátrica, sobretodo problemas de ansiedad, con rabietas y miedos o depresión y baja autoestima, en un 20% de los casos, también trastorno de oposición en un 25% y todo tipo de trastornos de conducta. La baja autoestima, está presente al menos en un 25%. Presentan también mayor riesgo de presentar conductas antisociales en la adolescencia, especialmente si se da en familias de riesgo ( abuso de drogas, alcoholismo, violencia).
Aunque la sintomatología mejora notablemente con la edad, los síntomas pueden persistir en la edad adulta, hasta en un 40 a 60% de los casos.
Fig. 1
¿CUÁL ES LA CAUSA DE ESTE TRASTORNO?
Existen factores biológicos y genéticos. Entre los no genéticos podemos hablar de complicaciones prenatales, perinatales y postnatales.
Se sabe que predispone a padecer el trastorno el consumo materno de alcohol y drogas, incluso de tabaco... también influye el bajo peso al nacer, la anoxia, lesiones cerebrales, etc... Los factores ambientales pueden contribuir a su desarrollo aunque no hablaríamos en este caso de etiología pura. Las psicopatologías paternas, el bajo nivel económico, la marginalidad, el estrés familiar, en fin, un entorno inestable podría agravar el trastorno.
Por otra parte desde el punto de vista genético, todos los estudios inciden en que la existencia del mismo trastorno en hermanos es de un 17 a un 41%. En cuanto a gemelos univitelinos el porcentaje de trastorno común es hasta del 80%. Si el padre o la madre ha padecido el síndrome sus hijos tienen un riesgo del 44% de heredarlo.
Parece que existe una disfunción del lóbulo frontal y por otra parte desde el punto de vista neuroquímico existe una deficiencia en la producción de importantes neurotransmisores cerebrales. Los neurotransmisores son sustancias químicas que producen las neuronas, es decir las células nerviosas. Para que se produzca una buena comunicación entre las neuronas y todo funcione normalmente debe existir la cantidad adecuada de determinados neurotransmisores que en este caso son la dopamina y la noradrenalina. En el niño con TDAH existe una producción irregular en estos dos neurotransmisores y, por ello, la medicación que se les da y de la que hablaremos más adelante, está orientada a regularizar la producción de esas sustancias...
Con los adelantos científicos actuales es posible visualizar el funcionamiento del cerebro como vemos en esta imagen realizada por PET ( tomografía por emisión de positrones) en la que se ven dos cerebros.
Fig. 2. Tomografía por emisión de positrones (PET)
Uno es el de un niño sin el trastorno y el otro es un niño aquejado de TDAH. La parte roja, anaranjada y blanca del cerebro del niño sin el trastorno nos indica que existe mucha más actividad ante una tarea que requiere atención continuada... Falla por tanto la actividad que es necesaria para focalizar la atenció .
Es por esto básico, y dada la importancia de este trastorno, que sepamos distinguir perfectamente un niño inquieto, de un niño con trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, para poder abordar lo antes posible el tratamiento adecuado.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS? ¿CÓMO RECONOCERLOS?
¿ Cómo podemos saber si nuestro hijo es simplemente nervioso o presenta un trastorno de déficit de atención? ¿ Se puede curar?
Empezaremos por ponerle un nombre que es el que se utiliza en la actualidad. Se le denomina, trastorno por déficit de atención con hiperactividad aunque también existen tipos de trastornos de atención sin que se evidencie un exceso de actividad.
Antes de enumerar los síntomas, tal y como han sido descritos por la sociedad americana de psiquiatría, para considerar el trastorno como tal, hablaremos de cómo son estos niños para sus padres: en principio y como regla general, son niños cuyas madres siempre suelen estar, como aquella película “ al borde del ataque de nervios”. Son niños que desde que nacen están dando la lata, no duermen bien o lloran, o son espabiladísimos y enseguida se levantaban de la cuna… parecen muy inteligentes porque suelen hablar mucho y con desparpajo, y aparentemente su desarrollo ha sido normal…. Simplemente es un niño insufrible al que no podemos llevar a ningún lado, agota a todo el mundo, desquicia a la familia y no para quieto ni un minuto.
Cuando empieza la etapa escolar comienzan los fracasos. Los maestros se percatan de que no presta la más mínima atención, hasta el punto de que a veces son enviados al otorrino para realizar una audiometría porque parece estar “ sordo”.
Pasamos ahora a enumerar los síntomas que deben darse, como mínimo 6 de ellos, y que están enumerados en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la sociedad americana de psiquiatría: DSM IV.Síntomas de desatención
A menudo no presta atención a los detalles, tiene errores por descuido y el trabajo escolar suele ser sucio y desordenado.
Tiene dificultades para mantener la atención, incluso en los juegos.
A menudo, parece no escuchar cuando se le habla directamente, parece tener la mente en otro lugar o como si no oyera.
No finaliza tareas escolares, pasa de una actividad a otra sin terminar la anterior. No sigue instrucciones ni órdenes.
Dificultad para organizar tareas y actividades.
Evitan situaciones que exigen una dedicación personal y concentración ( por ejemplo, tareas de papel y lápiz)
A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades ( por ejemplo, ejercicios escolares, juguetes, lápices, libros, etc.) y suelen tratarlos sin cuidado.
Se distraen con facilidad ante estímulos irrelevantes, pueden dejar las tareas que están haciendo para atender ruidos o hechos triviales que son ignorados por los demás (una conversación lejana, el ruido de un coche,...)
Son olvidadizos en sus tareas cotidianas ( olvidan el bocadillo, los deberes, la hora del partido, etc.)
Bien hemos visto los criterios que se consideran para tener un grave problema de atención, veamos ahora los síntomas de la hiperactividad e impulsividad que coexiste con la falta de atención la mayor parte de las veces.
Síntomas de hiperactividad
Suele mover en exceso manos y pies y se retuerce en su asiento.
A menudo abandona su asiento en clase o no es capaz de estar sentado cuando debe.
Corre o salta en situaciones en las que resulta inadecuado hacerlo.
Experimenta dificultades para jugar tranquilamente o dedicarse a actividades de ocio.
Parece estar siempre en marcha, como si tuviera un “ motor”.
A menudo habla excesivamente.
Dan respuestas precipitadas, antes de que las preguntas se acaben de formular.
Puede tener dificultades para aguardar su turno en cualquier situación.
También suele entrometerse o entorpecer los asuntos de los demás, tocan cosas que no deben, hacen payasadas…
Según el DSM IV existen varios subtipos de TDAH, según predomine la desatención o la hiperactividad:· Tipo predominantemente COMBINADO: Cumple los criterios de atención y de hiperactividad.· Tipo predominantemente HIPERACTIVO: Cumple los criterios de hiperactividad pero no llega a los necesarios de falta de atención.· Tipo predominantemente DE ATENCIÓN: Cumple al menos seis de los criterios de déficit de atención, pero no los de hiperactividad.
El más común es el combinado y, en las niñas, parece predominar el de inatención.
En los tipos combinados, la hiperactividad e impulsividad hacen que, con bastante frecuencia, sufran accidentes, puesto que no son capaces de calibrar los peligros de sus acciones.. (cruzar en rojo, patinar en terrenos no adecuados, lanzarse con la bici por una cuesta muy empinada, etc..)
Esta falta de atención y exceso de actividad suelen producir también problemas graves en el aprendizaje, aunque su capacidad intelectual sea normal o superior, y precisamente ese fracaso escolar, suele ser el principal motivo por el que acuden a consulta.
Veamos ahora algunos de los síntomas que presentan en la evaluación de su aprendizaje.
Síntomas de dificultades de aprendizaje
Variabilidad. Son niños que tienen amplias variaciones en sus respuestas, son los típicos niños de los que se dice “puede hacerlo porque ayer realizó perfectamente esa tarea, cuando hoy es un desastre”.
Retraso psicomotor, que varía desde la simple torpeza motriz hasta “ dispraxias “ importantes, es decir problemas en las nociones de su esquema corporal, del tiempo y del espacio. Dificultades que se agudizan cuando tiene que realizar algo con ritmo.
Trastorno del lenguaje de tipo expresivo, con vocabulario limitado y dificultades a la hora de expresarse. Problemas en el área de lectura. Dislexia.
Dificultades en la grafía, en la escritura: disgrafía y disortografía, porque existe una deficiente coordinación entre lo que ve y el movimiento manual, es decir, suelen presentar incordinacion visomotriz . Su escritura es torpe, con tachones, desordenada, su ortografía con múltiples faltas y confusiones...
Es evidente que, con todos estos trastornos, son niños que también presentan problemas emocionales. No es raro que tengan un comportamiento social indiscreto, sin freno, y molesto. Este descontrol, casi constante, genera desconfianza e irritación en padres y maestros, así como rechazo de los hermanos y compañeros… lo que hace que pueda ser un niño aislado. Veamos ahora las características personales que presenta y que pueden ayudarnos a seguir clarificando este síndrome…
Síntomas personales
Emotividad muy variable, cambian frecuentemente de humor, pueden pasar de la risa al llanto con cierta facilidad.. son explosivos, de rabietas constantes.
Acentuados sentimientos de frustración, baja tolerancia ante los problemas. Insiste una y otra vez en que se realicen sus peticiones.
Problemas de relación con los compañeros. Desadaptación social.
Problemas de ansiedad, agresividad, oposición, disconformidad…
Algunos de ellos presentan enuresis ( pis nocturno).
Bien, una vez descritas las características que pueden presentar, aunque evidentemente no todos los niños tienen todas las alteraciones, se puede comprender perfectamente que sean niños que suelen ser el punto central de las discusiones familiares, puesto que son niños que “desquician“ fácilmente y no siempre se sabe como tratarlos, por lo que se producen constantes enfrentamientos en la familia.
La falta de atención que pone en tareas que requieren un esfuerzo suele interpretarse como pereza y además en ocasiones podemos encontrarnos con niños que tienen el trastorno, pero que son capaces de estar sin síntomas en una situación nueva, cuando existe mucho control, o ante actividades muy interesantes (como los videojuegos), lo que hace que sus padres piensen que el comportamiento anómalo es voluntario, “que para lo que le interesa sí que se fija” y esto complica aún más el problema. Estos padres no saben que existe una importante deficiencia del autocontrol, que tiene base neurobiológica, como ya hemos visto anteriormente.
Hay pues que armarse de paciencia y saber que el trastorno, que es acusadísimo en la primera parte de la infancia, suele ir mejorando con la edad, aunque existen aún alteraciones en la vida adulta, casi en una tercera parte de los casos.
Como ya hemos dicho, en la población infantil aproximadamente cinco de cada cien niños presentan este trastorno, aunque desgraciadamente la mayoría no son diagnosticados, y por ello se les trata como niños torpes, maleducados, consentidos, o simplemente caracteriales. Se les clasifica como niños con problemas de conducta , cuando en realidad son niños que necesitan un tratamiento especial y, sobretodo y principalmente, un diagnóstico adecuado que arroje a padres y profesores una luz para que estos niños se sientan menos culpables de su falta de control…
¿Quiénes deben realizar el diagnóstico y cómo tratarlo? En principio, el diagnóstico y el tratamiento deben ser multidisciplinar. El examen de un psicólogo, y de un psiquiatra o neurólogo es imprescindible, porque las áreas que estos profesionales abarcan son básicas para reeducar un síndrome de déficit de atención con hiperactividad.TRATAMIENTOS
A) Farmacológico:
El tratamiento pues, puede ser farmacológico, como hemos visto antes y de orientación psicológica, con la finalidad de conseguir una reducción de la hiperactividad y un tratamiento adecuado para modificar las conductas impulsivas e incrementar la atención. El tratamiento farmacológico que debe prescribir un neurólogo o psiquiatra y que se está utilizando para estos niños es el metilfenidato ( el famoso Rubifén o Ritalín), la dextroanfetamina ( Dexedrina ) y la pemolina magnésica como (Cylert) pero estos dos últimos no están disponible en España. Todos estos medicamentos facilitan la acción de la dopamina y de la noradrenalina ( los dos neurotransmisores implicados en el trastorno) y por ello actúan de inmediato.
Hablaremos pues del metilfenidato: Los efectos del Rubifén, son inmediatos y empiezan a notarse a los 30 o 60 minutos tras la ingesta y comienza a disminuir unas 3 a 6 horas después de haber tomado la pastilla. Quiere esto decir que se requiere la administración continuada del medicamento con las pautas que establezca su terapeuta. No es aconsejable medicar a un niño menor de seis años, aunque se han tratado niños de tres años cuya sintomatología era muy grave y el beneficio de la terapia farmacológica era imprescindible.
Se ha hablado mucho de este tipo de tratamiento y digamos que en España, y más concretamente en Asturias, siguen existiendo reticencias por parte de muchos profesionales para recetar los fármacos, que desde luego no son la panacea del tratamiento pero que nos facilitan la tarea cuando tenemos que seguir una reeducación y un tratamiento psicológico con estos niños.
Se insiste mucho en los efectos secundarios y la posible adicción a la medicación. Bien pasemos a describir los que ocasiona el metilfenidato:
Insomnio, cuando la dosis se da demasiado tarde.
Puede haber pérdida de apetito.
En ocasiones puede ocasionar dolores de cabeza.
Molestias gástricas.
Estos dos últimos más leves.
La medicación se debe dar en pautas de dos o tres veces al día, dependiendo de la respuesta del niño a la medicación que deberán evaluar en un seguimiento semanal, los padres, profesores y el terapeuta. Normalmente el esquema de medicación es de 8 mañana, 11 de la mañana y antes de comer a las 14 o 15. Se establece la dosis óptima que se mantiene todos los días de colegio en el caso de que no presente problemas de conducta importantes en casa, y si no también deben darse los fines de semana, tratando de dar la medicación discontinua, cesando durante las vacaciones escolares. Por otra parte está demostrado que esta clase de medicamentos no crean adicción física siguiendo las orientaciones del médico, como sucede con otras muchos fármacos.
Cerca de un 20% de los niños pueden dejar la medicación al cabo de un año, puesto que además se supone que se ha trabajado con ellos desde el plano psicológico.

domingo, 26 de octubre de 2008

PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN EN LA HIPERACTIVIDAD


PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO PARA DESCIFAR INSTRUCCIONES ESCRITAS:



Fue creao por Isabel Orjales.

Este programa fue creado para niños y niñas con TDAH, a partir de los seis años.

Éste consta de seis pasos y en cada uno de ellos hay un fin:




  • Paso 1: El niño/a ha de mirar decir todo lo que ve, el profesor debe ayudarle.


  • Paso 2: El niño/a debe saber que es lo que tiene que hacer.


  • Paso 3: ¿Cómo lo voy a hacer?.


  • Paso 4: El niño/a tiene que estar muy atento.


  • Paso 5: El niño/a debe preguntarse si lo ha hecho bien.


  • Paso 6: Autofelicitación.


Este programa incluye una novedad: mapas para no perderse en Madrid, pero se puede adaptar a cualquier otro callejero.



ENTRENAMIENTO ABC EN RELAJACIÓN:

Ha sido creado por Jonathan Smith, lo dirijió a todas las personas que no saben relajarse, en especial a lo TDAH.
Estudió a miles de personas con TDAH y descubrió que en todas ellas existian 9 estados mentales, a los que denominó "Estado R".
Éstos estados son:


  • Somnolencia.

  • Desconexión.

  • Relajación física.

  • Silencio mental.

  • Fortaleza y conciencia.

  • Amor y agradcimiento.

  • Gozo.

  • Devoción.
Las seis principales técnicas de actuación en las personas con hiperactividad (TDAH), según Smith, son:



  • Relajación muscular progresiva.

  • Entrenaminto antógeno.

  • Respiración profunda.

  • Estiramiento de Yoga.

  • Imagineria.

  • Meditación.

ÉSTOS SON DOS DE LOS PROGRAMAS QUE PODEMOS EMPLEAR EN LA INTERVENCIÓN CON HIPERACTIVOS/AS.


sábado, 25 de octubre de 2008

VíDEO SUBIDO DESDE YouTube

Este vídeo ha sido subido de Youtube

viernes, 24 de octubre de 2008

LA EXPOSICIÓN A PRODUCTOS QUÍMICOS AUMENTA LA HIPERCTIVIDAD


Un estudio ha demostrado que la hiperactividad y el déficit de atención aumentan año tras año debido a la exposición de los niños a ciertos productos químicos que se encuentran en su vida cotidiana.


El desarrollo neuronal de los niños europeos está en peligro debido al aumento de productos químicos en elementos cotidianos, según advierte un estudio realizado por la organización norteamericana WWF.


Este estudio está corroborado por otro realizado por científicos americanos en el que se señala que el 10% de todos los desórdenes neuronales que afectan al comportamiento humano están causados por la exposición parcial o total de sustancias químicas.


El estudio, titulado "Compromising our Children", rebela que los productos químicos están produciendo serios daños en la inteligencia de los niños, sobre todo en su desarrollo cerebral y su coordinación, y que los adultos no escapan a la exposición.


Esta organización demuestra que en la Unión Europea estas sustancias están afectando al desarrollo cerebral de los niños con un empobrecimiento de su memoria y de su vista, así como con un empeoramiento de sus capacidades motoras y una reducción de su coeficiente intelectual. Además, estos productos químicos han aumentado la hiperactividad, el déficit de atención y el autismo.


¡Atención! Los expertos aseguran que la exposición a productos cotidianos como televisores, vídeos, ordenadores, asientos de coches, PVC, las dioxinas emitidas por algunas fábricas y la combustión inadecuada de desechos plásticos, comienza en el vientre de la madre y continúa hasta entrada la juventud. La exposición de nuestros peques a estos productos atacan al desarrollo cerebral y al sistema nervioso, según afirman en este estudio.


Los expertos han demostrado que el desarrollo neuronal de los niños de países industrializados comienza mucho más temprano debido a que estas sustancias dañinas se acumulan en las madres y que, a través de la placenta llegan a los fetos.

RELACIONAN LA HIPERACTIVIDAD CON LA ADICCIÓN AL TABACO


Relacionan la hiperactividad con la adicción al tabaco

El trastorno de hiperactividad y déficit de atención (TDAH) es actualmente la patología neuropediátrica más habitual en la población infantil. Desde luego, lo más importante es el diagnóstico precoz para comenzar cuanto antes con un tratamiento adecuado.


Una de las consecuencias relacionadas con este trastorno está vinculada a la adicción al tabaco que podrían presentar los niños hiperactivos de adultos. Más que para alarmar, es interesante para que los padres pongan mayores esfuerzos en prevenirlo.


Investigaciones anteriores encontraron que los niños hiperactivos comienzan a fumar a edades más tempranas, y ahora, según un estudio realizado por el Hospital General de Massachusetts, los niños hiperactivos tienen más probabilidades de empezar a fumar, y además tienden a ser más adictos al tabaco.

Parece evidente que existe una relación entre la hiperactividad y el tabaco, incluso desde el embarazo, ya que se ha demostrado que las mujeres que fuman durante el embarazo tienen nueve veces más riesgo de tener hijos hiperactivos.


Pero también hay una relación entre la intensidad del trastorno y el nivel de adicción, ya que también los investigadores han descubierto que cuanto menor sea el grado del síndrome, menos dependientes de la nicotina serán.

jueves, 23 de octubre de 2008

TRASTORNO DE DÉFICIT DE HIPERACTIVIDAD (TDAH)

¿Qué es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?
El TDAH es uno de los trastornos neuroconductuales más comunes en la infancia, el cual puede perdurar hasta la edad adulta. En la actualidad no se conocen las causas de esta afección.

Una persona con el TDAH experimenta un nivel crónico de falta de atención, hiperactividad impulsiva, o ambas conductas, lo cual compromete seriamente su funcionamiento diario. Los síntomas de este trastorno deben presentarse a niveles por encima de los esperados para la etapa de su desarrollo y deben interferir en la habilidad de esa persona para funcionar en diferentes ambientes (p. ej., en la escuela y en la casa). Es probable que una persona con el TDAH tenga problemas en diferentes áreas de su vida, como por ejemplo en sus relaciones con la familia y otras personas de su misma edad y en su rendimiento escolar y laboral.

Se han establecido tres tipos de TDAH según el nivel de los síntomas que experimenta el individuo:
  1. Predominantemente inatento. Es difícil para el individuo organizar o terminar una tarea, prestar atención a los detalles, o seguir instrucciones o una conversación. La persona afectada se distrae fácilmente u olvida los detalles de las rutinas diarias.
  2. Predominantemente hiperactivo-impulsivo.La persona se muestra inquieta y habla mucho. Le es difícil permanecer tranquila por mucho tiempo (p. ej., para comer o para realizar un trabajo). Los niños más pequeños tienden a correr, saltar o trepar constantemente. El individuo se muestra impaciente y tiene problemas de impulsividad. Cuando una persona es impulsiva, puede que interrumpa mucho a los demás, le quite cosas a otra persona o hable en momentos inoportunos. Se le dificulta esperar su turno u oír instrucciones. Una persona impulsiva puede tener más accidentes y lesiones que otras.
  3. Combinado. La persona afectada experimenta los síntomas de los tipos anteriores por igual.

    En la publicación Diagnostic and Statistical Manual-IV, Text Revision (DSM-IV-TR) de la Asociación Americana de Psiquiatría, se calcula que entre 3% y 7% de los niños sufre este trastorno. En ella también se ofrecen cristerios para su diagnóstico.

Características, causas y tratamiento de la Hiperactividad

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LOS NIÑOS HIPERACTIVOS

Antes de resañar las principales características del niño hiperactivo hemos de decir que no tienen un comportamiento extravagante extraño o inusual durante la infancia.Mantienen conductas conflictivas sólo por la frecuencia que la mantienen, la intensidad y la inoportunidad del momento en el que ocurren.Estos niños tienen dificultad para controlar su conducta en presencia de otros y les resulta más fácil cuando están sólos.


No todos los niños hiperactivos mantienen las mismas características que a continuación se describen pero las dificultades de atención, impulsividad e hiperactividad son rasgos comunes que presentan todos los niños.

Como características destacamos:

  • ATENCIÓN

Lo que más caracteriza al niño hiperactivo es su falta de atención cercana a detalles. La distracción más vulnerable es a los estímulos del contexto ambiental.


En casa tienen dificultades para seguir las directrices que se le marcan, para organizarse y parece que no escuchan cuando se les habla.


En el colegio cometen errores por no fijarse en los trabajos o en las diferentes actividades.


Con frecuencia saltan de una tarea a otra sin terminarla, ya que evitan situaciones que implican un nivel constante de esfurzo mental.

  • IMPULSIVIDAD

Con frecuencia actúa de forma inmediata sin pensar en las consecuencias.


Está inquieto con las manos o los pies y no puede sentarse quieto.


Está activo en situaciones en que es inapropiado.


Habla de forma excesiva , responde antes de que la otra persona termine, tiene dificultad para esperar su turno y frecuentemente interrumpe.

  • HIPERACTIVIDAD

Lo más característico de estos niños es la excesiva actividad motora. Siempre están en continuo movimiento, corren, saltan por la calle, nunca quieren ir cogidos de la mano...


Su excesivo movimiento no persigue ningún objetivo, carece de finalidad.

  • COMPORTAMIENTO

Su comportamiento es imprevisible, inmaduro, inapropiado para su edad.


No son malos pero sí que son traviesos.


Se muestran violentos y agresivos verbal y fisicamente


Con frecuencia mienten y cometen hurtos.

  • APRENDIZAJE

La mayoría de los niños hiperactivos presentan dificultades en el aprendizaje.


El 40 ó 50% de los niños hiperactivos tienen un bajo rendimiento escolar.


Tienen dificultades perceptivas, con lo cual no diferencian bien entre letras y líneas y tienen poca capacidad para estructurar la información que recibe a través de los distintos sentidos.


Las dificultades de los niños hiperactivos estriban en la adquisición y el manejo de la lectura, escritura y el cálculo.


Son torpes para escribir o dibujar, tienen mala letra y cometen grandes errores de ortografía.


En calculo, se olvidan de las llevadas y operaciones básicas.


En lectura, omiten palabras, sílabas e incluso renglones, no comprenden lo que leen, pueden identificar las letras pero no saben pronunciarlas correctamente.


Tienen dificultad para memorizar y para generalizar la información adquirida.

  • DESOBEDIENCIA

Como dijimos anteriormente al niño hiperactivo le cuesta seguir las directrices que se le marcan en casa. El niño hace lo contrario de lo que se dice o pide.


Los padres tienen especial dificultad para educarles en adquirir patrones de conducta(hábitos de higiene, cortesía...).

  • ESTABILIDAD EMOCIONAL

Presentan cambios bruscos de humor, tienen un concepto pobre de sí mismo y no aceptan perder, por lo que no asumen sus propios fracasos.


CAUSAS

La información sobre el porqué el trastorno del déficit de atención es escasa. Los científicos, necesitan estudiar las causas como para identificar mejores maneras de tratar, y quizás algún día prevenir el trastorno de Déficit de Atención. Están encontrando más y más evidencia de que dicho trastorno no surge del ambiente del hogar sino a raiz de las cusas biológicas.


Durante algunos años se consideró que una posible causa del déficit de de atención era una "lesión cerebral" quizás como resultado de una infección temprana o complicaciones al nacer. Pero esta teoría fue rechazada porque podía ser explicativa de sólo un pequeño número de casos.


No toda persona con Déficit de Atención tiene una lesión cerebral o complicaciones de nacimiento.

TEMPERAMENTO E HIPERACTIVIDAD

En los últimos años, mientras que se han desarrollado nuevas herramientas y técnicas para estudiar el cerebro, los científicos han podido evaluar más teorías acerca de qué es lo que causa el ADHD.


Recientes investigaciones permiten sostener que que el problema del niño hiperactivo es un problema de temperamento. Existen diferencias temperamentales entre un recién nacido hiperactivo y otros niños. Es posible que el origen de estas diferencias temperamentales venga condicionado por los niveles bioquímicos del sistema nervioso.


En nuestro cerebro una neurona desprende una pequeña cantidad de substancia química(neurotransmisor) que recoge otra neurona, a la vez se excita y envía el mensaje a otra neurona. Cuando un neurotransmisor es escaso o se da en exceso ocurre que, la neurona no se excita o se excita demasiado, con lo que se produce un desequilibrio entre los neurotransmisores.


Este desequilibrio sería el agente responsable de las dificultades que el niño tiene para centrar su atención y mantenerla durante un cierto tiempo, así como la falta de autocontrol y ajuste de su conducta als demandas del medio.


También sería responsable de de los cambios bruscos en su estado de ánimo, impor tante característica del del niño hiperactivo.

ALERGIA E HIPERACTIVIDAD

La hiperactividad también ha sido explicada como una reacción alérgica a cierto tipo de alimentos como el azúcar y los condimentos en general. Sin embargo esta teoría no ha sido confirmada ya que se sabe que un régimen de alimentación sin condimentos ni azúcar no corrige la hiperactividad.

EDUCACIÓN E HIPERACTIVIDAD

Se conoce que un ambiente estresanrte y desorganizado puede acentuar la hiperactividad en el niño hiperactividad no la produce. Un niño con ambiente familiar organizado y sosegado sigue siendo hiperactivo. Esto nos conduce a no conocer con certeza las cusas reales de la hiperactividad.


TRATAMIENTO

En la actualidad , podemos disponer de tres modalidades para ayudar al al niño: la farmacológica, la psicológica y la educativa.

FARMACOLÓGICA

Según García Pérez y García Campuzano, grupo Alborcohs,1999 el tratamiento que se sigue para estos niños es, en su mejor caso, el uso de los medicamentos.

El principal fármaco que se utiliza es el METILFENIDATO. Esta sustancia química se comercializa con distintos nombres en diferentes países.

Sus efectos inmediatos son un aumento de la capacidad de atención y concentración y una reducción de la hiperactividad y la movilidad del niño, debido a que a través de ese agente externo se estimula al cerebro para que alcance los niveles de activación necesarios para un correcto mantenimiento de la atención (lo que repercute en una mejora de muchos otros síntomas).

Como efectos secundarios se produce en algunos casos una falta de apetito y de sueño.

Sin embargo dichos efectos duran poco tiempo: se elimina por la orina en unas cuantas horas y, es preciso volver a tomar otra pastilla.

Por lo general, se toma una pastilla al levantarse y otra a medio día para que el efecto sea máximo en el momento en que el niño acude a la escuela, pero depende de la prescripción médica que se realiza en función de la edad del niño, la gravedad de sus problemas...

Los medicamentos que se utilizan con estos niños, son un buen apoyo mientras se combinen con procesos de enseñanza para que aprenda a regular su conducta por sí mismo.

Normalmente es adecuado medicar al niño después de los 5 años. Antes de esta edad no se puede medicar porque es difícil diagnosticar en el niño el déficit de atención, ya que está desarrollando su capacidad atencional y está en un período de exploración y manipulación, lo que hace difícil discriminar entre lo que es su comportamiento normal y el que no lo es. Estos fármacos no crean dependencia en el niño, aunque para que no se habitúe a la sustancia y deje de responder positivamente a ella es aconsejable su retirada temporalmente. Pero sí que puede crear dependencia psicológica en los padres ya que temen la retirada por miedo a que la situación pueda descontrolarse sin el fármaco.

Depende de la evolución que tenga el niño, se puede recomendar que se retire definitivamente o que se retome en períodos concretos.

Por lo general, a partir de los 12 años no se hace necesaria, si ha recibido otra clase de ayuda psicopedagógica.

No se recomienda utilizar tranquilizantes porque deprimiría aún más su nivel de activación, aumentando por tanto su conducta motora para estimularse y que de esa manera suba.

PSICOLÓGICA

La vida puede ser difícil para niños con el trastorno de déficit de atención. Ellos son los que a menudo tienen problemas en la escuela, no pueden terminar un juego y pierden amistades. Pueden pasar horas angustiantes cada noche luchando para concentrarse en la tarea y luego olvidarse de llevarla a la escuela.

No es fácil hacer frente a estas frustraciones día tras día. Algunos niños liberan su frustración actuando de manera contraria, iniciando peleas o destruyendo propiedad. Algunos vuelcan su frustración en dolencias del cuerpo, tal como el niño que tiene dolor de estómago todos los días antes de la escuela. Otros mantienen sus necesidades y temores adentro para que nadie pueda ver lo mal que se sienten.

También es difícil tener una hermana o hermano o compañero de clase que se enoja, te saca los juguetes y pierde tus cosas. Los niños que viven o comparten un aula con un niño con estas características, también se frustran. Pueden también sentirse abandonados en tanto que sus padres o maestros tratan de arreglárselas con el niño hiperactivo como puedan. Pueden sentir resentimiento hacia el hermano o hermana que nunca termina sus deberes en el hogar o sentirse atropellados por un compañero de clase. Quieren amar a su hermano y llevarse bien con su compañero de clase, pero a veces es tan difícil!

Es especialmente difícil ser el padre de un niño que está lleno de actividades descontroladas, deja desordenes, coje rabietas y no escucha o sigue instrucciones. Los padres a menudo se sienten impotentes y sin recursos. Los métodos usuales de disciplina, tales como razonamiento y retos no funcionan con este niño porque el niño en realidad no elige actuar de estas maneras. Es sólo que su autodominio va y viene. A raíz de pura frustración, los padres reaccionan danddoles palizas, le ridiculizan y le gritan al hijo a pesar de que saben que no es apropiado. Su respuesta deja a todos más alterados que antes. Entonces se culpan a sí mismos por no ser mejores padres. Una vez que se diagnostica el niño y recibe tratamiento, algo de la perturbación emocional dentro de la familia comienza a desvanecerse.

Ante todo esto los padres tienen que crear un ambiente familiar estable (es decir, el cumplir o no ciertas normas propuestas por los padres tienen las mismas consecuencias), consistente (no cambiar las reglas de un día para otro), explícito( las reglas son conocidas y comprendidas por las dos partes) y predecible(las reglas están definidas antes de que se "incumplan" o no.

También contamos con otro tipo de intervenciones psicológicasque nos facilitan el tratamiento en estos niños, como son:

La terapia cognitiva-conductista ayuda a personas a trabajar asuntos más inmediatos. En vez de ayudar a personas a entender sus sentimientos y acciones, la terapia los apoya directamente en cuanto a cambiar su comportamiento. El apoyo puede ser asistencia práctica, tal como ayudar a aprender a pensar cada tarea y organizar su trabajo o fomentar nuevos comportamientos dando elogios o premios cada vez que la persona actúa de la forma deseada. Un terapeuta cognitivo-conductista puede usar tales técnicas para ayudar a un niño beligerante ( aprender a controlar su tendencia a pelear) o a una adolescente impulsiva a pensar antes de hablar.

El adiestramiento en cuanto a destrezas sociales también puede ayudar a niños a aprender nuevos comportamientos. En el adiestramiento de destrezas sociales, el terapeuta habla de y muestra comportamientos apropiados tales como esperar el turno, compartir juguetes, pedir ayuda o responder a burlas, y luego le da la oportunidad al niño de practicar. Por ejemplo, un niño puede aprender a "leer" las expresiones faciales y el tono de voz de otras personas para poder responder más apropiadamente. El adiestramiento de destrezas sociales ayuda a aprender a participar en actividades de grupo, a hacer comentarios apropiados y a pedir ayuda. Un niño puede aprender a ver cómo su comportamiento afecta a otros y a desarrollar nuevas maneras de responder cuando está enojado o lo empujan.

Los grupos de apoyo conectan personas con inquietudes en común. Muchos adultos y padres de niños afectados pueden encontrar que es útil unirse a un grupo local o nacional de apoyo de este trastorno. Los miembros de los grupos de apoyo comparten frustraciones y éxitos, recomendaciones de especialistas calificados, información acerca de qué funciona, así como esperanzas en sí mismos y en sus hijos. El compartir experiencias con otros que tienen problemas similares ayuda a personas a saber que no están solas.

El adiestramiento en destrezas en cuanto al cuidado de hijos, ofrecido por terapeutas o en clases especiales, les da a los padres las herramientas y técnicas para manejar el comportamiento del hijo. Una de estas técnicas es separar el niño del resto por un corto tiempo cuando el niño se vuelve ingobernable o fuera de control. Durante los tiempos en que esta separado del resto de los ninos, se saca el niño de la situación inquietante y se sienta solo y quieto por un rato hasta calmarse. También se les puede enseñar a los padres a darle "tiempo de calidad" al niño cada día durante el cual comparten una actividad placentera o relajada. Durante este tiempo juntos, el padre busca oportunidades para observar y señalar lo que el niño hace bien y para elogiar sus fuerzas y habilidades.

EDUCATIVA:

Una manera efectiva de modificar el comportamiento de un niño es a través dela ayuda educativa regida por premios, castigos, economía de fichas y contrato de contingencias.

PREMIOS

Par un niño un premio es algo agradable que desea alcanzar, de tal modo que hará lo que sea por coseguirlo.

Las actividades que más le gustan al niño y que habitualmente suele realizar, como pueden ser jugarcon sus jugetes, ver la televisión o ir al cine con sus primos pueden entenderse y emplearse como un premio.

En definitiva debe ser algo que el niño quiere y que tiene ganas de conseguir. Así pues el niño recibirá un premio cada vez que cumpla con la tarea deseada.

CASTIGO:

Los castigos implican privar al niño de algo que le agrada o forzarle a hacer algo desagradable. Puede resultar eficaz a veces, pero no siempre elimina las conductas inapropiadas en el niño hiperactivo.

El castigo puede ser útil para controlar ciertas conductas temporales, pero a largo plazo carece de eficacia.

Si la conducta es indeseable el castigo más eficaz es ignorarla.Siempre y cuando la conducta no sea peligrosa.

Lo más aconsejable es que el tiempo transcurrido entre la conducta y el premio o castigo sea breve para asegurar su eficacia.